Días de ceniza by Louise Kennedy

autor:Louise Kennedy [Kennedy, Louise]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2022-04-14T00:00:00+00:00

* * *

La despertó un sonido desagradable, el graznido de una gaviota en el alféizar de la ventana. Se fue volando y dejó un fluido gris escurriendo por el cristal. Michael estaba tumbado detrás de ella, con el pecho contra la curva de su espalda y una mano en su vientre. Le levantó el brazo y fue al baño. Tenía el pelo enmarañado y el camisón arrugado como una bayeta escurrida. Cuando volvió a la habitación, Michael estaba sentado en la cama con la sábana a la altura de los muslos. Por Dios, quítate esa cosa, dijo.

A Cushla se le levantaron los brazos solos y se los puso delante del pecho. ¿Qué tiene de malo?

Pareces Bertha Rochester.

Fue a meterse en la cama, pero Michael se movió y se puso en su lado. Quítatelo donde estás. Por favor.

Cushla cruzó los brazos, levantó los lados del camisón y se lo quitó por encima de la cabeza tan despacio como pudo soportarlo. Michael la cogió de la mano, la atrajo hacia la cama y la puso a horcajadas sobre él, haciendo que le montara. Ella esperó a que la besara, a que la tocara, pero él se limitó a ponerle las manos en las nalgas. Cushla empezó a moverse mirándole a los ojos, observándolos pestañear lentamente. Escuchando los débiles sonidos que salían del fondo de su garganta.

Estaban terminando cuando llegó un ruido de loza desde el pasillo y se oyeron unos suaves golpes en la puerta.

Dios mío, dijo Cushla, dejándose caer sobre el pecho de Michael.

He pedido el desayuno.

Cushla se apartó de Michael y se puso el camisón. Al agacharse para coger la bandeja en el pasillo, el tejido de algodón se le pegó al reguero que Michael le había dejado entre las piernas. Oyó cerrarse una puerta y levantó la mirada. Dos monjas venían caminando hacia ella por el pasillo enmoquetado, mirando al suelo. Cushla murmuró un saludo y volvió a meterse en la habitación.

Acabas de decir «Buenos días, hermanas». Sin bragas.

Efectivamente.

Le besó en el hombro. Le untó mantequilla en la tostada. Le sirvió el té.

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